Una fila interminable en una marcha con sentido. Sentido a cambio, sentido a fin de una etapa. 400.000 personas en Santiago, y 800.000 en todo Chile informan que los tiempos son distintos. De ello damos cuenta las mujeres.

En las ciencias de la comunicación humana sabemos que el comportamiento tiene valor de comunicación. ¿Qué hemos querido comunicar en esta multitudinaria marcha? Claramente hicimos presencia para hacer valer, hacer notar nuestra necesidad de cambio social con relación a nuestro rol y a la valoración que se le da al mismo. Pensemos en distintas instancias de nuestra participación. El rol tradicional es el de madre y “jefa de hogar”. Muchas mujeres han entregado su vida en el cuidado y crianza de niños y niñas que en el futuro serán forjadores sociales. A pesar de lo relevante y fundamental de esa acción, claramente es subvalorada en términos sociales y económicos. El trabajo al interior del hogar no tiene renta y menos previsión.

Otro grupo no menos importante y cada vez en aumento, es el de las mujeres que se incorporan al trabajo remunerado. Sin haber elementos que den justificación a lo que ocurre, una mujer gana menos que el hombre haciendo el mismo trabajo, con las mismas responsabilidades y desafíos. Volvamos a nuestro … de que las acciones tienen valor de comunicación, ¿qué leemos con estas acciones?

Las mujeres estamos prácticamente ausentes en cargos que impliquen mayor poder. Somos significativamente menos en cargos de alta gerencia, de gobierno, estratégicos, militares. En la iglesia no está permitida la figura de sacerdote mujer, obispo, papa. Son claramente puestos reservados a las …. Masculinas.

No hay fundamentos científicos ni análisis estadísticos que sostengan esta discriminación. Las mujeres no tenemos menor CI, no somos menos eficientes, no carecemos de algo que la sociedad requiera para su funcionamiento. Sólo una organización social de tipo patriarcal puede explicar el lugar que hemos ocupado socialmente.

Los cambios sociales son lentos, y el cambio del rol de la mujer se ha ido dando también lenta pero sostenidamente.

Lo que nos dice esta marcha multitudinaria, lo que decimos los cientos de miles de personas marchando no es que es tiempo de comenzar a cambiar, sino que el cambio ya está, que no retrocederemos, ya no hay vuelta atrás. Somos parte importante del desarrollo social y sostendremos la tesis de la igualdad hasta que lo veamos en todos los ámbitos sociales.

María Amelia Barrera. Psicóloga. Certificada internacionalmente en Terapia Centrada en Soluciones.